Estados Unidos

EEUU evitará una pelea retórica por el caso de Evo Morales

El presidente boliviano Evo Morales. Foto: Archivo

Estados Unidos evitará una pelea retórica con Bolivia, Ecuador y Venezuela, que lo acusan de estar detrás del incidente con el avión presidencial boliviano, y se concentrará en los puntos pragmáticos para recomponer su relación con esos países, señalaron analistas este viernes.

La estrategia del presidente estadounidense Barack Obama "se trata de no basar la relación entre los países en lo retórico y no caer en la trampa de entrar en una pelea retórica con países de la región", dijo a la AFP Dan Restrepo, ex asesor del consejo de seguridad de la Casa Blanca en temas latinoamericanos.

El conflicto diplomático se originó el martes cuando el presidente boliviano Evo Morales se enteró en pleno vuelo de que su aeronave no podía cruzar el espacio aéreo de Francia, España, Portugal e Italia, mientras regresaba desde Moscú a La Paz.

En una reunión de emergencia en la ciudad boliviana de Cochabamba, Morales y sus pares de Ecuador, Venezuela, Argentina, Surinam y Uruguay exigieron a los países europeos una disculpa por lo que consideraron un "agravio" para toda América Latina.

Pero las críticas rápidamente se volcaron también hacia Estados Unidos cuando se supo que las autoridades europeas actuaron sobre una sospecha -luego negada- de que el prófugo estadounidense, Edward Snowden, viajaba en la aeronave con Morales.

Esta semana, la portavoz del Departamento de Estado, Jan Psaki, evitaba todas las preguntas sobre el rol de Washington en el incidente, que no ha aclarado si pidió o no a los europeos el bloqueo aéreo, aunque ha reiterado a cualquier país que pudiera recibir a Snowden que deberían entregarlo.

Pero Morales, que se unió al presidente ecuatoriano Rafael Correa en ofrecer estudiar un posible asilo a Snowden, anunció que estudiará el posible cierre de la embajada estadounidense en La Paz, añadiendo que "no me temblaría la mano" para hacerlo.

"Tenemos dignidad, soberanía, sin Estados Unidos estamos mejor políticamente, democráticamente," exclamó el mandatario boliviano, que recientemente expulsó de su país a la agencia de asistencia estadounidense USAID.

Para Michael Shifter, director del Diálogo Interamericano, un centro de pensamiento en Washington, los países europeos deben explicar y disculparse por un suceso "infortunado" y "extraño", pero el cierre de la embajada "pondría en riesgo otros intereses económicos y políticos" entre Estados Unidos y Bolivia.

"Les hará sentirse bien, pero no estoy seguro que servirá mucho más allá de eso", añadió.

El presidente venezolano Nicolás Maduro, un fuerte crítico de Washington, denunció incluso que un ministro de uno de los cuatro países europeos le reveló telefónicamente que fue la Agencia Central de Inteligencia estadounidense "CIA quien ordenó el cierre de aeropuertos".

La denuncia coincide con el reinicio de un proceso de acercamiento entre Caracas y Washington, sin embajadores desde 2010, luego de una reunión en Guatemala en junio entre el canciller venezolano Elías Jaua y el Secretario de Estado John Kerry.

"Venezuela no está en una muy buena condición económica y debería considerar cualquier reacción que tenga y las medidas que tome", dijo Shifter a la AFP.

Estados Unidos seguirá buscando "la manera de sanar las relaciones con Venezuela" con esfuerzos diplomáticos no tan abiertos, y "buscando soluciones pragmáticas", añadió el analista Eric Olson.

Pero con Bolivia será "mucho mas complicado porque por alguna razón sienten que la relación (con Washington) no es tan importante para ellos", dijo a la AFP Olson, director adjunto del programa latinoamericano del centro de estudios Wilson Center.

Venezuela, Bolivia y Ecuador son los principales actores del bloque regional de izquierda ALBA, creado por el fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez, y son los más fuertes críticos de Washington, al que critican su influencia "imperial" en América Latina.

Según Olson, el incidente "complica desde luego" los esfuerzos de Washington por reconciliarse con Ecuador, Bolivia y Venezuela, con los que Kerry prometió cerrar la "brecha" poco antes de asumir el cargo en febrero.

"No es una ruptura total"

"Pero no es una ruptura total y creo que si no vuelven a suceder más cosas, a lo mejor las relaciones continúan tratando de sanarse", añadió.

Los analistas también destacan que muchos otros países no se han unido al coro de protestas, incluyendo los gigantes latinoamericanos México y Brasil. ¿El incidente perjudicará las relaciones estadounidenses con esos países? "Lo dudo sinceramente", respondió Olson.

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