Educacion

Ferran Adrià y la odisea cósmica de haber encumbrado "un sitio mágico"

Valencia, 21 jun (EFE).- Los acordes del "Space oddity" de David Bowie han servido hoy a Ferran Adrià para reivindicar en Valencia los veintiséis años que lleva al frente de El Bulli, "un sitio mágico" donde fluyen valores que dice no hallar en la sociedad actual y que en su nueva etapa, a partir de 2014, será aún "más importante".

Con su flamante birrete marrón que le distingue desde hoy como doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Valencia y una copa de agua en la mano, el cocinero más importante del mundo en lo que llevamos de siglo ha interrumpido su intervención solemne ante el Paraninfo universitario para anunciar que se iba a proyectar un breve vídeo sobre el restaurante y el equipo a quienes, ha dicho, va dirigido realmente este galardón académico.

"1956-2009. El Bulli: La historia" ha regalado al público, en apenas cuatro minutos, algunas de las secuencias fotográficas más relevantes para entender la gastronomía nacional y extranjera de los últimos años, desde sus espumas y deconstrucciones hasta los bocetos de los nuevos platos artísticos pasando por el mimo a las materias primas, el riesgo de la experimentación y el placer de los comensales al degustar algo impronunciable y, sobre todo, especial.

Poco antes de su proyección, Adrià había asegurado que no es tan importante ser los mejores como "ser los más influyentes"; unos segundos después, arrebataba el botellín de agua mineral y la copa a Rafael Ferrando (el presidente del Consejo Social de la UPV) para escenificar la tesis que le ha encumbrado.

"El agua se puede beber o se puede analizar. En El Bulli hacemos lo segundo", ha dicho para reconocer que, hace quince años, este discurso era "impensable" en España, donde la alta cocina era "un mundo muy endogámico, muy elitista".

En cuanto a su restaurante, que en la rueda de prensa previa ha remarcado que "sigue abierto hasta 2012" antes de cerrar durante dos años, ha avanzado que en su nueva etapa tendrá a una veintena de becarios con quienes fomentará un "laboratorio de ideas", las cuales se irán "colgando" diariamente en internet.

"Vamos por el buen camino. El nuevo proyecto de El Bulli va a ser más importante que lo que habéis visto, y eso será en parte gracias al mundo universitario", ha señalado Adrià.

En su comparecencia ante los medios junto al también distinguido hoy como doctor honoris causa, el maestro pastelero Paco Torreblanca, el cocinero catalán ha comparado a la alta cocina con la Fórmula Uno y la alta costura: "No hacen falta mil restaurantes de alta gastronomía en España, sino diez o doce muy cuidados para que cada varios años salga uno que sea referencia para los demás".

En cuanto a la crisis, ha reconocido que su deber es el de "ayudar" por cuanto el empresariado, a su juicio, "debe dar un paso adelante" y tener una "responsabilidad social" hacia los desempleados y las familias que peor lo están pasando, aunque no solo aportando dinero sino implicándose en cada proyecto o fundación, como hace, según ha remarcado, Bill Gates.

En este sentido, insiste en avanzar que la gastronomía, a raíz de esta crisis (tanto económica como, a su juicio, de valores), tiende hacia la "informalidad" de, por ejemplo, las tapas españolas.

Respecto a la cocina doméstica, pide a los padres que dediquen "cinco minutos" a exprimir las naranjas del zumo de sus hijos en lugar de dárselo embotellado, a cocinar a diario productos de mercado "incluso mientras se ve la tele" y a "dejar los canelones para el domingo".

Y si alguien quiere algo más, aún tiene margen para intentar conseguir mesa en El Bulli, un lugar que para Paco Torreblanca es "intemporal" y que "tiene que vivir eternamente".

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