El Gobierno sufrió este año un revés judicial en sus recortes de primas a las renovables. El Supremo falló que la bajada aplicada en 2014 a la cogeneración basada en purines (residuos orgánicos) debe revisarse. Energía trabaja aún en una nueva definición de las ayudas, lo que explica que no haya referencias a los purines en la propuesta de retribuciones ya enviada a la CNMC, pero todo apunta a que las primas subirán, lo que reavivará el déficit de tarifa (diferencia entre los costes oficiales y reales de generar electricidad).
Energía debe acatar la sentencia y la desviación que suponen los purines es pequeña. Ahora bien, el Ejecutivo ebe buscar compensaciones y vigilar que no se propicie el resurgimiento de uno de los más graves problemas que la economía arrastró durante años.
