Las constructoras españolas siguen sacando músculo en el exterior. Prueba de ello es el número de concursos internacionales a los que aspiran (y, en muchos casos, ganan). En concreto, ACS y OHL luchan por cinco aeropuertos de Filipinas con una inversión de 2.000 millones. ACS puja en tres de los cinco consorcios y OHL, en uno. Su apuesta es oportuna, dado el potencial de Filipinas en el sector al tratarse de un país compuesto de islas.
Por su parte, Técnicas Reunidas también ganó un nuevo contrato en Abu Dhabi, relativo a la producción de crudo. Si a ello se suma la intensa actividad de nuestras constructoras en América y Europa, sólo cabe reconocer la importancia de este ámbito como uno de los que constituyen la punta de lanza de la economía española.
