Los correos electrónicos cruzados entre las petroleras, que obran en manos de la CNMC, ponen negro sobre blanco lo que ya se viene denunciando desde hace tiempo: presuntas prácticas de colusión en materia de precios y condiciones comerciales en la distribución de combustibles contrarias a la ley.
Actuaciones como el efecto lunes -las petroleras abaratan el precio ese día, cuando se comunica a Bruselas y lo encarecen el resto de la semana- o las subidas en vísperas de festivos han llevado a la CNMC a imponer multas por un valor total de 32,4 millones. Repsol y Cepsa ya han recurrido, y deben dar todos los pasos que sean necesarios para demostrar que no han tenido parte en ese tipo de prácticas contrarias a la libre competencia.