Editoriales

Contexto aún difícil para la banca

El contexto económico continúa siendo complicado para la banca española, pese a sus buenas calificaciones obtenidas en las pruebas de resistencia del BCE el pasado octubre y a las mejores expectativas económicas, con un crecimiento esperado para 2015 del 3%. El año pasado, cuando el PIB avanzó a una velocidad de dos puntos porcentuales, la gran banca española no sólo continuó con sus ajustes, sino que además los aceleró. En concreto, los pesos pesados del sector cerraron casi mil oficinas y prescindieron de 5.840 empleados.

Pese a lo abultado de las cifras, lo cierto es que el ajuste no se da por terminado, ya que es necesaria una reducción todavía mayor de gastos. Urge aún recurrir al adelgazamiento en un contexto en el que en absoluto se puede considerar normalizada la actividad bancaria.

Por un lado, la mejora de los márgenes por la menguante retribución de los depósitos a los clientes, gracias a la caída de los tipos de interés, se puede dar por agotada después de registrar rendimientos pírricos inferiores al 1%.

En segundo lugar, en lo que concierne al negocio bancario por excelencia, la concesión de créditos a pymes y familias, el escaso porcentaje de demanda solvente en nuestro país ha desencado una auténtica guerra por ver quién rebaja más los diferenciales de los préstamos. El contexto en el que opera la banca es aún, por tanto, difícil y presenta pocos visos de cambiar en el corto plazo, debido al alto nivel de desempleo y la creación de puestos de trabajo todavía de escasa calidad. El cambio de ese escenario no es una cuestión de habilidad de los gestores financieros. Dependerá de que la recuperación se asiente sobre cimientos firmes.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky