Correos ha puesto en marcha un programa de estabilidad acordado con los agentes sociales con una duración más que notable: cuatro años. Lo que constituye un ejemplo de manejo de las negociaciones, comparable al mostrado en otros sectores, donde el entendimiento ha sido la norma, como el automóvil. La reestructuración, tal y como ya se ha hecho este año con 1.200 personas, consistirá en jubilaciones y traspasos de funcionarios de Correos a otros organismos de la Administración, sin mermar la calidad del servicio público, pero adaptándola a la realidad. Un ajuste de personal sin salidas traumáticas: ése el propósito de Correos para adelgazar su plantilla y adecuarla a la nueva realidad de un tiempo en el que no se escriben cartas.