Resulta imposible entenderse con la Administración, sobre todo, si de cobrar se trata. Es lo que ocurre con las ayudas prometidas por el Gobierno a las comunidades de vecinos para adaptar las antenas de TDT al dividendo digita. La complejidad burocrática que supone el trámite hará que muchas solicitudes no lleguen a buen puerto por errores de forma.
Además, las mini-ayuas no saldrán gratis. Los beneficiarios están obligados a declararlo a Hacienda. Habrá quienes ni siquiera inicien los trámites, con el consiguiente ahorro para las arcas públicas. El Gobierno presupuesto de 286 millones de euros, aunque se cuentan por miles las solicitudes que no se van a presentar. Son trámites farragosos que ocasionan pérdidas que deberían haberse pervisto.