La protección que Podemos ha desplegado en torno a su secretario general hace aguas. Hasta ahora, Pablo Iglesias había podido librarse de dar explicaciones sobre la presunta elusión fiscal que practicó a través de su productora, Con Mano Izquierda. Fueron los portavoces de este último organismo los que intentaron justificar, sin poder desmentir la información de elEconomista, unos cobros en B (de 1.500 euros mensuales procedentes de Canal 33) de los que el propio Iglesias era el principal beneficiario, junto a su número dos, Juan Carlos Monedero. Los indicios acumulados por este periódico son suficientes para que el sindicato Manos Limpias anuncie una querella contra ambos por fraude fiscal. Iglesias finalmente tendrá que explicarse. Será ante los tribunales.