Hacienda baraja ofrecer a las comunidades autónomas la emisión de deuda en su nombre, con el consiguiente abaratamiento de costes que les supondrá. No hay nada nuevo en el hecho de que el Estado asuma deuda en lugar de las autonomías. Cataluña o Valencia llevan años pagando a sus proveedores a través del FLA, con cargo al Estado y, además, sin que les suponga un alza de sus ya abultados déficit. El Gobierno tiene que poner fin a ese coladero en el que se ha convertido el Fondo de Liquidez, pero sólo lo logrará si realmente, como asegura, el Estado pedirá ajustes y reformas a cambio de asumir deudas ajenas. Una vez descartada la intervención financiera, sólo queda esta vía para que el compromiso de embridar las cuentas autonómicas sea creíble.
