El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer un impulso a su política contra la corrupción, en respuesta al aluvión de escándalos que los españoles sufren en las últimas semanas. En presencia de la presidenta chilena Michelle Bachelet, Rajoy habló de impulsar el Estatuto de la Transparencia, dos normas sobre financiación de partidos políticos y reforzar la Justicia convocando nuevas plazas de magistrados hoy mismo. Bienvenidos sean esos anuncios, aunque no son nuevos, puesto que demuestran que el presidente atiende a las voces, incluida la de este periódico, que denuncian su parsimonia en la lucha contra la corrupción. Ahora urge ponerlos en práctica ante el peligro y la alarma que supone la prescripción de los delitos.