Se acabó de vivir del presupuesto de Fomento. La crisis de este departamento, la cartera más sacrificada desde la crisis, ha tocado de lleno a Ineco, la empresa de ingeniería de transporte dependiente del Ministerio y cuyo accionariado pertenece a Aena, Adif y Renfe. Los beneficios de la consultora se han vuelto a desplomar un 15%, y eso pese a contabilizar ya el Ave a La Meca. La falta de licitaciones en España ha abierto los ojos a la consultora, que no tiene otro remedio que salir al extranjero para ganar contratos. Quizá sea el momento oportuno para que el Gobierno recupere la idea de abrir la empresa al capital privado (como ya ha hecho con Aena), una vieja demanda de Bruselas y que permitiría hacer caja.