Alemania asume sus dificultades. El ministro de Economía del país, Sigmar Gabriel, redujo ayer las previsiones del crecimiento para este año y para el próximo. En 2014 el PIB subirá un 1,2%, frente al 1,8% que habían vaticinado las proyecciones de primavera. Mientras, en 2015 el PIB alemán aumentará un 1,3%, siete décimas por debajo del 2% que se esperaba. Lo contundente de las cifras, con todo, no impidió que el Eurogrupo y el Ecofin de esta semana volvieran a cerrarse sin tomar decisiones. La parálisis de las instancias de decisión europeas ante el estancamiento de la zona del euro vuelve a dejarlo todo en el tejado del Consejo de Gobierno del BCE, que el mes que viene se reúne.