Resulta meritoria la confirmación dada ayer por el FMI de que España es el único grande de la eurozona que crece. La previsión de crecimiento para este año y para 2015 se revisa una décima al alza, mientras que Alemania o Italia bajan cinco puntos. Pero de ahí a que todo esté hecho hay un abismo. No hemos acabado de embridar el déficit y la deuda anda desbocada. El Gobierno debe tomarse en serio las advertencias del Fondo y poner medidas para evitar caer en la deflación, o baja inflación persistente como dicen sus expertos. Del mismo modo, el FMI advierte de que quedan reformas por hacer y los plazos se acaban. Es dudoso que en la próxima legislatura haya una mayoría absoluta tan contundente como la actual para acometerlas.
