La mayoría de ahorradores invierte en planes de pensiones sólo por su beneficio fiscal. La rentabilidad de este tipo de productos es muy baja y soportan unas comisiones elevadas. En la actualidad, uno de cada cuatro planes de pensiones cobra una comisión superior al 2 por ciento. Esta situación va a cambiar en quince días.
El 2 de octubre entra en vigor el nuevo límite -1,5 por ciento- a las comisiones que se pagan por la gestión de estos productos. Con un tipos de interés prácticamente en cero, el tope del 1,5 por ciento aun siendo más moderado sigue resultando alto. Los gestores de los planes de pensiones se deben plantear seriamente que no pueden seguir cobrando intereses tan elevados ni esperar a que se les fuerce por ley para bajarlos.