El guión sobre la comisaría que Jean Claude Juncker iba a ofrecer a Miguel Arias Cañete en la Comisión Europea se ha cumplido como estaba previsto. La responsabilidad sobre I+D en la UE que se encarga al exministro de Agricultura español es un cargo con más nombre que peso político. Es un varapalo a la influencia de España que, además de la presidencia del eurogrupo para Luis de Guindos, también en disputa, aspiraba a una cartera importante.
Mariano Rajoy se empecinó en ser amigo de sus amigos y rechazó la sugerencia de Juncker de proponer una mujer para formar parte de la Comisión. A pesar de los fallos en la campaña electoral, Arias Cañete hará bien su cometido, aunque no se trate de una cartera decisiva en estos momentos para la UE.