La mejora del clima económico en España no está exenta de incertidumbre. El crecimiento de las exportaciones en la crisis fue fruto de la caída que sufrieron las importaciones y de la búsqueda desesperada de clientes de las empresas, más que de un cambio de modelo productivo.
Ahora que la economía mejora, las exportaciones vuelven a caer. La reactivación de la demanda interna no será suficiente para contener el pinchazo del sector exterior y evitar su reflejo en el PIB por el lastre del déficit y la deuda. Esto plantea dudas sobre la revisión al alza del crecimiento para 2014 y 2015 que el Gobierno proyecta hacer en septiembre. Esta incertidumbre es la consecuencia de afrontar tiempos nuevos arrastrando viejos problemas.