Desde el año 2011 la situación del sector financiero era tan crítica que tuvieron que echar mano de los cuantiosos créditos fiscales que tenían para no añadir a sus muchos problemas un saldo positivo en el Impuesto sobre Sociedades. Los 60.000 millones de créditos fiscales han servido de balón de oxígeno a las entidades, que por primera vez en el primer trimestre de este año han vuelto a pagar a Hacienda 521 millones. Pero la banca también ha decidido no aplicar sus créditos fiscales para rebajar la factura tributaria porque el 67% de los mismos computarán en las ratios de capital en los test de estrés del BCE. Un dato que prueba la mejoría del sector y que sin duda contribuirá a incrementar la recaudación fiscal.