El PIB de Japón sufre en el segundo semestre su mayor caída desde el terremoto de 2011, con una contracción anualizada del 6,8%. Los datos constatan el impacto negativo que ha tenido la subida del IVA, que pasó en abril del 5 al 8%, y que ha frenado el consumo privado. El parón de Japón debe poner en alerta al resto de gobiernos, pero también al FMI, a la OCDE y sobre todo a la CE. Todos ellos han recomendado en varias ocasiones que España suba el IVA, algo a lo que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha negado por entender que frenaría el consumo. El ejemplo de Japón es una muestra de que hay movimientos que pueden ser peligrosos y dar al traste con los esfuerzos realizados durante estos últimos años.