Editoriales

Receta de los empresarios catalanes

La clase empresarial catalana busca in extremis un acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat que evite la ruptura. Mariano Rajoy quiere el entendimiento y Mas dejó claro en su visita a Moncloa que está dispuesto a negociar. Pero la solución no es fácil, por mucho que algunos crean que el escándalo Pujol ha suavizado las aspiraciones secesionistas. Hacerlo sería un error, de ahí que los empresarios hayan hecho llegar a Moncloa la idea de que la mejor vía para salir de la encrucijada pasa por impulsar un cambio constitucional al estilo del diseñado por Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Carta Magna.

Los hombres de negocios abogan por llevar a cabo modificaciones dentro de la propia Constitución que amplíen las competencias del Gobierno autonómico en materias claves como lingüística, educación y, por supuesto, fiscal y de financiación. Hecha esta "mutación", ambos gobiernos se comprometerían a crear una institución para velar por el cumplimiento del statu quo, que los catalanes tendrían que votar en las urnas. Puede ser la pócima mágica que necesita Cataluña; un pacto dentro de la legalidad que reconoce las diferencias catalanas, pero dentro de una España sin rupturas. La cita en las urnas salvaría la cara a Mas y sería aceptada en Moncloa, ya que le permite resolver un conflicto sin transgredir las líneas rojas de la Constitución. Además, con esta vía se evita que España haga concesiones económicas a Cataluña, porque la experiencia demuestra que éstas no son la solución. Entender que Cataluña, como País Vasco o Navarra, es diferente, es el primer paso para llegar a un acuerdo que sea aceptable por todos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky