El presidente de la Autoridad Independiente Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, puso ayer el dedo en la llaga sobre el principal problema de la economía -la deuda- en su presentación ante los medios. Reclamó que antes que perderse en diatribas sobre una décima más o menos de déficit, es necesario establecer una senda creíble de reducción de la deuda. Un escenario que el Gobierno no ha dibujado, pues se conforma con empezar a bajar el endeudamiento del 100% del PIB a partir de 2017. La Airef ha tardado en arrancar y por ello no va a poder fiscalizar el Plan de Estabilidad. Es de esperar que Escrivá siga haciendo honor a la independencia que ayer mostró, a pesar de la vinculación del organismo con Hacienda. Un obstáculo difícil de superar.