Echar la culpa a otros. Eso es lo que ha hecho OHL ante la investigación que está llevando a cabo el Tribunal de Cuentas por los sobrecostes del AVE a Barcelona. Juan Miguel Villar Mir no se ha andado con rodeos y ha dejado claro que el problema está en el proyecto redactado por Adif y validado por Fomento. Ha afirmado que pese a sus advertencias, éstos se negaron a revisarlo. Sin embargo, este argumento es como un boomerang que se vuelve en contra de la propia empresa, ya que a pesar de su discrepancia con el proyecto decidió participar en el concurso público y por ello asumía sus cláusulas y el precio de adquisición. Un asunto que resta credibilidad a la constructora a la hora de volver a participar en concursos nacionales e internacionales.