Los inversores españoles miran cada vez con más interés a las gestoras de fondos extranjeras. Estas ya representan la mitad -13 de 30- de las firmas con un patrimonio superior a los 500 millones. El año pasado fue excelente para el conjunto de la industria, que volvió a crecer con fuerza -un 22,6% las extranjeras- tras la huida de capitales provocada por la crisis, que llevó a los ahorradores a buscar refugio en los depósitos. El rápido crecimiento de las firmas foráneas se explica por la atomización existente en el mercado español tras la desaparición de las cajas. Circunstancia que supieron aprovechar para introducirse y dar a conocer la calidad de su gestión a unos inversores que han aprendido de la crisis y han mejorado su cultura financiera.