Las cifras récord de turismo de 2013 -60 millones de visitantes y más de 55.000 millones en gasto realizado- se deben al tirón de los turistas extranjeros. Hasta el pasado mes de agosto no se apreciaron los primeros síntomas de recuperación interna, cuando la demanda de viajes dentro de España creció un 1%.
Lo positivo es que la tendencia continuó en otoño y diciembre cerró con un crecimiento del 6,6%. Una reactivación insuficiente para reflejarse en el gasto que realiza el turismo interior, todavía en tasas negativas (-0,2%). Las previsiones apuntan a que la buena racha continuará en el primer trimestre de 2014, acorde con el mejor comportamiento que se espera de la actividad económica.
El paro, la reducción de los salarios y la caída del consumo son los factores que han incidido de forma más negativa en el descenso del afán por viajar de los españoles. También influye la disminución del turismo de negocios, provocado por el ajuste de costes de las empresas. Por eso la recuperación del turismo interno sirve de termómetro para constatar el cambio de tendencia en el empleo y el consumo.
Mejoría que ya es apreciable en los precios hoteleros, que vuelven a subir tras meses de continuas bajadas, y en que se da por descontado que el sector de actividades turísticas va a ser este año uno de los nichos principales de creación de empleo. La reforma laboral ha tenido una incidencia muy positiva en esta actividad, cuyas características específicas exigen una gran flexibilidad laboral. Queda pendiente que el Gobierno en la reforma fiscal que prepara contemple una reducción de los impuestos que frenan el fuerte potencial del primer motor de la economía española.