Editoriales

Editorial: Libertad comercial en toda España

Las medidas adoptadas desde el Gobierno para ampliar la libertad comercial, con especial incidencia en los horarios de apertura, han encontrado resistencia por parte de algunas CCAA que tienen la competencia sobre esta materia. Para sortear los obstáculos legislativos, el Ejecutivo reguló en julio de 2012 el concepto de Zona de Gran Influencia Turística (ZGAT), aplicado a 14 ciudades, cuyo ámbito regulatorio pertenece a la Administración central.

Se trataba de compaginar la liberalización con los flujos turísticos, para aprovechar el impulso de un sector que ha servido de motor durante la crisis. Y ha resultado. Aun así Barcelona y Bilbao -esta última contra el criterio de su alcalde- mantienen las restricciones por el veto de sus respectivos gobiernos autonómicos. En el resto de ciudades, la experiencia ha sido tan exitosa que ahora el Gobierno pretende trasladarla practicamente a todos los núcleos urbanos de España.

Débiles argumentos

Frente a los débiles argumentos de quienes dicen que la liberalización va en detrimento de la actividad y del empleo en el pequeño comercio, la experiencia ha demostrado que sucede todo lo contrario. A más libertad comercial, se crean más puestos de trabajo y aumenta el volumen de negocio.

Madrid, que fue pionera en decretar la plena libertad de horarios, aumentó un 3,8% el empleo en el comercio minorista en el último trimestre de 2013 y acumula el 38% de los puestos creados en el sector el año pasado. Los resultados son muy distintos en Cataluña, que perdió 81 empleos en el último trimestre y 50.000 en todo el ejercicio. Es el fracaso del proteccionismo y la prueba de que una mayor liberalización potenciará la recuperación económica.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky