Las nuevas primas que se fijan a las energías renovables suponen un importante recorte. El mayor golpe se lo llevan las eólicas que, según su patronal, cargan con el 67% del ajuste cuando sólo reciben el 27% de las primas. La orden de Industria establece que las instalaciones eólicas con más de diez años se queden sin prima, porque ya han recibido el 7,39% de ayuda sobre la inversión que se establece.
Este nuevo recorte, que no está exento de lógica porque afecta a las instalaciones más antiguas, ha causado malestar en el sector. Sobre todo porque la decisión se toma en un momento delicado para las empresas, a quienes pueden conducir a pérdidas o abocar al concurso. Una nueva oleada de recursos va a ser inevitable.