La sombra de Luis del Rivero es alargada. Pese a que dejó el cargo en octubre de 2011, la constructora sufre todavía las consecuencias de siete años de gobierno riverista plagada de acciones faraónicas no exentas de críticas. El intento fallido por controlar el BBVA y su pugna con Repsol condicionaron la gestión de Del Rivero. Batallas a las que se suman el aeropuerto de Murcia y la suspensión de las obras del Canal de Panamá.
La empresa ya acudió al arbitraje y, aunque en alguna ocasión sí le dio la razón, su resolución no se ha hecho efectiva. Habrá que saber si realmente pudo existir un sobrecoste por imponderados, y si bien es cierto que la oferta de Sacyr parece ajustada, no resulta creíble que la española hiciera una oferta por debajo del 50 por ciento.