Las sospechas sobre el expresidente de Cajamadrid, Miguel Blesa, aumentan. Después de que la Audiencia Nacional haya empezado a investigar si Blesa habría podido "paliar, retrasar u ocultar" el deterioro de la entidad, los técnicos de Hacienda sospechan, por correos electrónicos descubiertos, que el expresidente y los consejeros disponían de tarjetas visa de gastos de representación -50.000 euros, en el caso del amigo de Aznar- que estaban ligadas a cuentas extranjeras, probablemente ligadas a paraísos fiscales, cuyo importe no se declaró. Hacienda no puede permanecer impasible y debe investigar lo sucedido. No hacerlo sería una negligencia imperdonable, que Montoro, con la Agencia Tributaria cuestionada, no puede consentir.