La necesidad aprieta y una crisis de cinco años ha forzado a las pymes españolas a mejorar sus resultados en el exterior. Ante la falta de demanda interna, 150.000 pymes han entendido que no hay otra salida para mantener el negocio que exportar. Desde 2008 el número de empresas exportadoras ha aumentado un 35%. Hay 40.000 empresas que llevan exportando más de cuatro años y 70.000, cuya facturación fuera no supera los 5.000 euros. Estos datos dan pábulo a la esperanza de que la reversión que se ha producido en el saldo comercial se mantendrá cuando se active la demanda interna. Las pymes han aprendido a exportar y es necesario apoyar este esfuerzo, para que el camino emprendido no tenga retorno y se consolide el cambio de modelo económico.