Santiago Herrero, presidente de la patronal andaluza (CEA) deja su cargo tras descubrirse graves irregularidades en una promoción de viviendas gestionada durante su mandato. Herrero deja su cargo a regañadientes y conminado a hacerlo por Juan Rosell, presidente de CEOE, que parece dispuesto a aplicar a rajatabla el código ético que puso en marcha en septiembre. Es un gesto que le honra por lo necesario que es en estos tiempos exigir comportamientos éticos a las instituciones y sus miembros. CEOE ha enfrentado duros avatares por el descrédito que sufrió durante el mandato de Díaz Ferrán, actualmente en prisión. Rosell hace bien en tomarse la ética en serio. La patronal necesita recuperar credibilidad y éste es un buen ejemplo.
