Hace unos días decíamos que sólo la entrada de un fondo internacional podría salvar a Pescanova de ir a la quiebra. Pues bien, el milagro que parecía imposible ha llegado por partida doble. El fondo de inversión KKR y Albert Frère (a través de Ergon Capital) se han aliado con Damm y Luxempart, accionistas de referencia de Pescanova, con una oferta agresiva. KKR no es nuevo en España. La firma está presente en la fotovoltaica T-Solar, Inaer y Uralita, además de su recién compra en Port Aventura. Por su parte, la presencia de Albert Frère, la mayor fortuna de Luxemburgo y socio en Iberdrola, son garantía de que Pescanova tiene futuro. Sólo falta que se concrete la quita de la banca -ya se pide un 85%-, para cerrar capítulo.