El capital riesgo trata de digerir las inversiones realizadas en empresas de alimentación. Pero va a hacer falta algo más que unas sales de frutas porque prácticamente ninguna de estas compras realizadas en los últimos años han salido rentables. Las pérdidas devoran a Telepizza y le dejan un agujero de 195 millones a Permira; a Oaktree su inversión en la empresa de bollería Panrico, lejos de engordar sus cuentas, le han adelgazado hasta el límite de estar al borde de la liquidación, hoy resuelta con un ERE y ajustes de salarios. Como en Campofrío, donde el fondo americano se ha ido con minusvalías. Son en apariencia inversiones muy apetecible, pero ¡ojo!, este jamón tiene otra grasa muy indigesta, la deuda que deben asumir.