El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y las eléctricas firmaron ayer un pacto que interesa a todos. A Hacienda, porque las compañías se comprometen a retirar los recursos presentados ante el Tribunal Supremo; a las eléctricas, porque el ministro se compromete a otorgarle el aval del Estado a los 3.600 millones de deuda de 2013; a la troika que visita nuestro país, que desconocía que fuera a modificarse la reforma eléctrica y que pide lógicas explicaciones al Gobierno. Y por último, pero no menos importante, a los ciudadanos, ya que este acuerdo, que es todavía un apretón de manos, desactiva las amenazas de una fuerte subida en los precios de la luz a corto plazo y da credibilidad a una reforma que no admite demoras.