Luis de Guindos está empeñado en abaratar los planes de pensiones, condición sine qua non para promover esta fórmula de ahorro. Tanto el Gobierno como la OCDE han reconocido que son caros. De ahí que el Ejecutivo se haya visto obligado a rebajar las comisiones que cobran los gestores. Pero hay que hacer más. Así, se podrían tocar los rescates, a los que ahora sólo se puede acceder tras un paro de larga duración. Esta medida generará más competencia entre las gestoras, lo que supondrá una guerra de precios en la que el cliente saldrá beneficiado. No obstante, el debate no es tanto su coste, sino la necesidad de liberalizar una industria cuyo volumen de activos sólo supone el 8% del PIB, frente a porcentajes superiores en países de la OCDE.
