El consejo de administración de Repsol fijará hoy las garantías para asegurar el cobro de los 5.000 millones de dólares en bonos que ofrece Argentina para compensar a la petrolera por la expropiación de YPF. Se trata de una medida imprescindible. Con el acuerdo, Repsol pasa de expropiado a convertirse en uno de los principales acreedores del país. La compañía de Brufau tendrá en sus manos el 2,5% del total de la deuda pública argentina. Las garantías son necesarias para la tranquilidad de los inversores, que en caso de no exigirlas podrían demandar a la multinacional. La reunión es trascendental para recuperar parte de lo expoliado y afianzar los compromisos de un acuerdo, que en principio parece razonable y así lo ven los inversores.