La reforma energética se ha convertido en un quebradero de cabeza para Europa. En la CE son conscientes de que es necesario un sistema que garantice la competitividad y eso pasa por dinamitar sin dilación el actual sistema de primas que además de ser costoso (en 2011 se destinaron 60.000 millones de euros en ayudas) no ha funcionado. El Ejecutivo comunitario presentará una revisión para implantar un sistema de subastas y eliminar la intervención de los Gobiernos y las primas. Como en cualquier negociación, todas las partes tendrán que ceder (energéticas y renovables) para conseguir un sistema razonable. El único pero es el castigo a empresas y usuarios que van a ver vista duplicada la tarifa de 100 a 200 euros el megavatio hora.