En España sigue siendo bastante complicado abrir un negocio. Lo que se ha hecho hasta ahora no es suficiente. La eliminación de la licencia municipal previa y la mayor eficiencia del registro mercantil han sido medidas acertadas, pero todavía se necesitan 10 procedimientos y se espera una media de 23 días para abrir un negocio. Perdemos competencia sobre todo cuando el resto de los países establecen mayores facilidades y retrocedemos al puesto 52 -seis por detrás de 2012- del ranking Doing Bussines del Banco Mundial. Una prueba más de la timidez y de la falta de proyecto integral con que se abordan las reformas. Ahora que España vuelve a estar de moda, debe ser también más fácil hacer negocios para no perder oportunidades de crecer.