La implantación de un objetivo de déficit asimétrico, que inicialmente no sentó bien a las CCAA que habían hecho sus deberes, ha llevado a estas últimas a hacer de la necesidad virtud y tomar la delantera en la bajada de impuestos. Madrid es la sexta autonomía que anuncia una rebaja fiscal, pero a pesar de ser la última, es la que más baja su nivel de tributación. En los presupuestos madrileños para 2014 se prevé un ahorro tributario de 357 millones.
Es el resultado de bajar Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados; eliminar el céntimo sanitario para los transportistas y rebajar en un 1,6% el tramo autonómico del IRPF. Esto supone un descenso de 0,4 décimas en cada uno de los cuatro tramos del impuesto de la renta autonómico. Una bajada que, si bien no peca de generosa, algo aliviará las subidas de tasas sufridas por los madrileños en los últimos años y hará que paguemos 4,5 puntos menos que los contribuyentes catalanes en su parte autonómica del tributo.
Las CCAA que como Madrid han decidido iniciar ya la bajada de impuestos, se adelantan a la reforma que aprobará el Gobierno en 2014 para toda España. Este adelanto surtirá todo su efecto en pleno año electoral. En 2015 los madrileños podrán apreciar por primera vez la bajada impositiva en su declaración de renta. Ejercicio en el que, además, un mayor crecimiento económico coadyuvará al aumento de la recaudación y al cumplimiento del objetivo de déficit. La rebaja del impuesto de Transmisiones puede animar el mercado inmobiliario ahora que parece haber tocado suelo. Madrid toma la delantera con unas rebajas fiscales tímidas, que al menos son un primer paso de por dónde se deben encaminar las reformas.
