Editoriales

Editorial: Supervisión, pero no rescate

La UE aprobó ayer el supervisor bancario único, el primer pilar de la unión financiera. Un paso al que no se le puede restar importancia pero que por sí solo es insuficiente. Falta un mecanismo de resolución de entidades financieras y el fondo de rescate para casos de quiebra. A pesar de que Michel Barnier, comisario de Mercado Interior, asegura que el acuerdo sobre el mecanismo de resolución estará listo antes de fin de año, es de esperar que Europa sea más rápida en su alumbramiento. En el caso de que sorprendentemente así fuera, queda otro escollo por solventar: el funcionamiento del fondo de rescate (Mede).

Se quiere tener un buen sistema para "proteger a los contribuyentes", pero sigue habiendo criterios encontrados para determinar cuándo y en qué condiciones las entidades financieras se podrán recapitalizar directamente a través del Mede. Mientras para Alemania es un recurso excepcional, España matiza bastante esa excepcionalidad.

Merkel sostiene en este asunto una oposición tan férrea, como sobre el establecimiento de los eurobonos para toda la Eurozona. Hasta el punto de que en sus negociaciones con los socialdemócratas germanos para formar gobierno, está dispuesta a aceptar el aumento del salario mínimo que estos último proponen si se olvidan de los eurobonos.

Hay que saludar este primer paso hacia la unión bancaria, que supone para los grandes bancos españoles depender de Europa y no de las veleidades políticas que, en ocasiones, ha mostrado el Banco de España. Aun así queda un largo trecho hasta completar la unión bancaria -que significa control y vías para resolver los problemas cuando surjan- aunque se mantienen las reglas del juego que propiciaron la crisis.

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