Bruselas recordó ayer a España que, aunque se han hecho esfuerzos para mejorar la competitividad industrial, el progreso es lento y las reformas clave están pendientes. La industria ha reducido un 30 por ciento su peso en el PIB durante la crisis y la falta de inversión impide el cambio de modelo productivo hacia una economía del conocimiento. En este contexto, Fátima Báñez, a quien no le salen las cuentas de la Seguridad Social, baraja subir cotizaciones. De hacerlo, neutralizaría el efecto de las bajadas salariales y aumentaría el coste laboral de las empresas, con perjuicio para la recuperación y el empleo, que debe de ser su prioridad. Báñez debe buscar otras vías para aliviar el déficit de las pensiones y evitar unirse a la errónea política de subidas fiscales de Montoro.