Editoriales

Editorial: Alemania vota austeridad y euro

Angela Merkel logró ayer de nuevo el apoyo de los alemanes. Es una victoria histórica que la lleva a dirigir el destino de su país y, en gran medida, el de Europa durante otros cuatro años. Era clara favorita: casi dos tercios de los alemanes se mostraban satisfechos de su gestión en los sondeos. La percepción de la canciller es muy diferente dentro y fuera de su país. Para la periferia europea es quien ha impuesto la dura receta de la austeridad. Sin embargo, para la mayoría de alemanes representa estabilidad. Esa mayoría premia el cumplimiento de su promesa de mantener a Alemania a salvo de la tormenta europea.

Los votantes reconocieron ese mensaje en el cartel electoral en el que Merkel sólo mostraba sus manos y han laureado con amplio respaldo su gestión, en un sí a la mano dura y un espaldarazo sin fisuras al euro. Pero también hay en la agenda de la canciller reformas pendientes, amén de no haber realizado una mayor bajada fiscal. El país paga una factura energética excesiva, el sistema de cajas de ahorros hace aguas, las infraestructuras envejecen y se demandan cambios en el marco laboral.

La cuestión que se plantea a escala doméstica es si Alemania puede mantener su fortaleza sin reformas. Fuera, se cierra el paréntesis que para Bruselas han supuesto los comicios alemanes. En la UE se espera que la canciller ejerza su liderazgo político y económico para convertir Alemania en el motor de la recuperación e imponer que los países con problemas equilibren su deuda y su déficit. En los próximos días se conformará el Gobierno de Alemania, cuya composición determinará el grado de austeridad y si ésta se adereza con un mayor impulso al crecimiento, en una legislatura en la que se perfila la recuperación de la UE.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky