El Banco de Sabadell, que preside Josep Oliu, anunció ayer una ampliación de capital por importe de 1.400 millones de euros, el 26% de su capital. Una operación que esperaban los mercados hace tiempo. La entidad ha tenido un crecimiento muy potente y precisaba la ampliación para poder hacer más operaciones de crédito, ofrecer más rentabilidad a sus clientes y alcanzar en 2014 un capital de máxima calidad del 11%, que despeja el futuro de la entidad. La operación se realizará en dos tramos: uno acelerado para inversores institucionales por 650 millones y otro, para accionistas.
Del tramo acelerado ya hay asegurados 425 millones que cubren dos inversores extranjeros, lo que diferencia esta operación de otras llevadas a cabo en el sector financiero español. El primero es el colombiano Jaime Gilinski. Acumulará el 3,6% del capital con 250 millones y se convierte en el primer inversor individual de la entidad, por delante de Isak Andic, José Manuel Lara, Alicia Koplowitz o la familia Folch i Rusiñol. El segundo es el grupo mexicano Fintech, que compromete 150 millones. A los accionistas institucionales se les asegura una valoración de 1,10 euros por título.
Este movimiento representa una internacionalización del capital de la entidad y una muestra de confianza de los inversores en la fortaleza del banco catalán. Se trata, sin duda, de la mejor opción que tenía Sabadell porque la alternativa sería vender activos. Como contrapartida, los accionistas actuales que acudan a la ampliación para no diluir su participación en un 10 por ciento, tendrán que desembolsar 1,1 euros por acción. Es decir, tendrán un descuento del 39 por ciento si se toma el valor de cotización de ayer. Es el esfuerzo que se les va a pedir para ganar rentabilidad.