La Once y los loteros se han unido para solicitar al Ministerio de Hacienda que elimine el impuesto del 20% sobre los premios superiores a 2.500 euros, que entró en vigor este año. Utilizan un argumento de peso: el tributo no cumple su objetivo recaudatorio e incide negativamente en las ventas. En el primer semestre en Loterías sólo se ha recaudado el 14,8% de lo previsto todo el año y las ventas cayeron un 7,8%, en lo que también influye la pérdida de poder adquisitivo de los compradores. Crear un nuevo impuesto ha sido un error. El problema es que la experiencia no le ha servido de nada a Cristóbal Montoro, que desde el inicio de legislatura no sabe aplicar otra política para aumentar la recaudación. Un objetivo que nunca alcanza.
