Paulatinamente la justicia va exigiendo cuentas a los responsables de una gestión que hundió las cajas de ahorros, requirió el apoyó de los contribuyentes españoles y europeos y nos situó al borde del rescate. La Fiscalía Anticorrupción ha pedido la imputación de Narcís Serra, Adolf Todó, expresidente y exdirector general de CatalunyaCaixa, y de los 54 miembros del consejo por administración desleal. Se les acusa de aumentarse el sueldo, "con claro perjuicio para la entidad", después de haber solicitado 1.250 millones de ayudas del Frob. Una actitud que prueba el abuso con que se administró esta caja mirando sólo al beneficio personal y sin atender a la situación crítica que atravesaba la entidad. Un comportamiento reprobable por el que deben responder.