Los jueces dilucidarán las responsabilidades del caso Bárcenas, pues hasta ahora se conocen los apuntes del extesorero del partido y la negativa rotunda de los afectados -con excepciones- de haber recibido sobresueldos. Bárcenas centra su defensa en inculpar a la cúpula del PP, incluido el presidente del Gobierno, aunque excluye a Aznar. Este asunto torpedea nuestra proyección internacional, choca con los sacrificios que Rajoy pide a la ciudadanía y siembra la duda sobre la honestidad del Gobierno, que no solo debe ser honrado, sino parecerlo. Rajoy debe explicar por qué hasta hace bien poco mantuvo la confianza en Bárcenas y no vale el silencio habitual. Se necesitan respuestas y un cambio en la financiación de partidos que nunca se aborda.