La Audiencia Nacional decidió ayer que el juez Elpidio José Silva siga investigando la adquisición por Caja Madrid del Citi Bank of Florida, cuando Miguel Blesa ocupaba la presidencia de la entidad. El descalabro sufrido por la entidad se refleja en la desesperación de los accionistas y preferentistas de la caja madrileña, que exigen responsabilidades por lo sucedido. El expresidente de Caja Madrid ha entrado y salido dos veces de prisión, durante el desarrollo de un procedimiento plagado de incidentes por los muchos intereses que hay en juego.
El auto de la Audiencia Nacional considera que no hay riesgo de fuga y mantiene en libertad a Blesa, pero pide al juez Silva que prosiga la investigación. Considera la sala que se deben esclarecer los indicios de "administración desleal o apropiación indebida" atribuidos a Blesa y si pudo disponer de bienes de la caja madrileña. La Audiencia entiende que aunque el juez Silva no "debió sustraer al reparto" la denuncia de Manos Limpias, el magistrado no vulneró el derecho del encausado a un juez predeterminado por la ley.
Lo más importante del auto es que permite averiguar qué sucedió en esta entidad y puede servir de referente para abrir investigaciones sobre la gestión en otras cajas, que corrieron una suerte pareja a la de la madrileña. Para evitar que se sepa la verdad ha habido presiones, que causan sonrojo en una democracia, desde altas instancias jurídicas y políticas. Se ha abierto a Silva un expediente disciplinario con la intención de apartarlo del procedimiento. Con independencia de cómo se resuelva el expediente al juez, la Audiencia ha garantizado que el caso Blesa siga adelante y que se exijan responsabilidades por lo sucedido.
