Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, ha tenido que inyectar mucho dinero para impulsar la economía estadounidense, pero la receta está surtiendo efecto. Los buenos datos de empleo y de comercio minorista siguen reafirmando la recuperación de EEUU e hicieron vivir ayer una nueva oleada alcista a ambos lados del Atlántico. El impulso es tan fuerte que ha disipado totalmente los temores sobre el abismo fiscal. En Europa, el DAX alemán se quedó a un 0,6 por ciento de marcar máximo histórico, lo que certificaría el inicio de la recuperación en el continente, y el Ibex estuvo a punto de superar el máximo anual con 8.657 puntos. Estos resultados corroboran que la confianza de los inversores ha vuelto y tiene intención de quedarse.