Wall Street vive momentos de euforia pese a los recortes presupuestarios de 85.000 millones de dólares. Las masivas órdenes de compra permitieron ayer marcar un nuevo récord histórico, apoyado por el crecimiento de la actividad del sector servicios y la confirmación de que China elevará su gasto público para alcanzar su objetivo de PIB en 2013. Otro factor que está influyendo positivamente es el retorno de algunas empresas influyentes, favorecido por el ahorro de la factura energética que provoca la explotación de millares de pozos de gas de esquisto. No se trata de un récord puntual, pues para romper un máximo, como ha sucedido, tiene que haber detrás una tendencia. Ahora queda que la economía de EEUU alcance su verdadero ritmo de crucero.