Sorprende la solicitud de preconcurso de acreedores por parte de la empresa gallega Pescanova. Se sabía que tenía que afrontar vencimientos de deuda por 500 millones en tres años, pero el pasado ejercicio solventó sin problemas un vencimiento de 200 millones y tenía recomendación de compra en bolsa. Este año debe hacer frente a 114 millones. Pescanova, con sus barcos y fábricas pignorados, tiene problemas de liquidez y pidió un aplazamiento a los bancos que dice le fue negado, aunque los bancos lo niegan. Ahora la empresa busca con el preconcurso cuatro meses para refinanciar la deuda antes de ir a la suspensión. Un ejemplo, muy común estos días, de cómo la falta de liquidez de las empresas y la debilidad de las entidades financieras aboca a muchos al cierre.