El déficit de las Administraciones Públicas en 2012 se situó en el 6,74% del PIB, cuatro décimas por encima del compromiso adquirido con Bruselas, tal como adelantó el presidente del Gobierno el martes en el Congreso. En una nueva entrega de datos, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dio a conocer que la Seguridad Social tuvo un déficit del 0,96%, cuando se había presupuestado un resultado en equilibrio, y las CCAA, del 1,7%, dos décimas por encima de lo previsto.
Montoro se mostró satisfecho de sus logros y descartó que en 2013 vayan a ser necesarios nuevos recortes, aunque no explicó cómo combinará este propósito con las reformas que aún quedan pendientes y las incógnitas que ofrecen los resultados que hizo públicos.
Aunque la situación ha mejorado, el foco de los problemas sigue siendo el mismo -Seguridad Social y CCAA-, y se han heredado algunas cargas derivadas a 2013. Por ejemplo, el adelanto del pago fraccionado del impuesto sobre sociedades en un trimestre el año pasado restará recaudación a este tributo en 2013. En este ejercicio también habrá que saldar todos los pagos pendientes a proveedores del Estado y de las CCAA.
A través del Fondo de Liquidación Autonómica (FLA) y del Plan de Pago a Proveedores -de los que hay una nueva edición este año-, la mayor parte de las autonomías han cerrado por debajo o alrededor del objetivo del 1,5%. Sólo seis incumplieron. Cuatro con un margen de desviación aceptable y dos, Murcia y la Comunidad Valenciana, sobrepasaron en más de punto y medio el compromiso. Montoro debe tomar medidas sobre estas dos autonomías gobernadas por el PP y también sobre Andalucía y Cataluña.
Debe pasar de las palabras a los hechos, amenazó con intervenir a quien no cumpliera y ahora debe explicar qué va a hacer. Estas CCAA constituyen un mal ejemplo para el resto, que tiene bien claro que necesitan seguir con el programa de ajustes a lo largo de este año, como reconoció en el Ágora de elEconomista el presidente de Madrid, una de las autonomías cuyo déficit fue menor del 1,5%.
El desglose del déficit autonómico es toda la información de que se dispone, lo que dificulta saber cómo se han cuadrado las cuentas por la vía de gastos y de ingresos. En honor a la transparencia de la que tanto habla, el Gobierno debería publicitar todos los datos sobre la ejecución del presupuesto con los mismos criterios con los que dan a conocer los resultados mensuales, como se había hecho hasta ahora. Es decir, con detalle de ingresos y gastos. No hacerlo equivale a pedir a los ciudadanos un acto de fe en un momento en que los contribuyentes, cansados de sacudirse el bolsillo, lo que quieren es que les rindan cuentas para saber la utilidad de sus sacrificios. Montoro tiene que tomar medidas en el Estado, que también incumplió el objetivo y no amagar con que no va a haber más recortes. Las pensiones y el desempleo sobrepasaron el objetivo casi una décima por el agravamiento del paro, que aunque con menor intensidad seguirá creciendo en 2013.
De momento, en los dos primeros meses del año, el gasto en pensiones -crece un 4,7%- supera lo presupuestado para este ejercicio. Con el riesgo de que si no se toman medidas y sólo se echa mano de las huchas de las pensiones -el Fondo de Reserva y el Prevención (si es que queda algo en este último)-, el déficit de más de 10.000 millones de 2012 sea ampliamente superado. Es cierto que finalmente se ha obtenido un buen dato, pero no tanto como para que Montoro diga que lo hemos cumplido de lejos, cuando hay que proseguir con los ajustes y lograr que todas las CCAA hagan su trabajo.